La Exposición didáctica

Consulta al adivino. Grabado en la obra de H. Doré, "Recherches sur les superstitions chinois", Chang-Hai, Vol. III 1912.

Los chinos, como otras antiguas civilizaciones, desarrollaron un complejo sistema de adivinación. La forma primitiva y más popular fue golpeando caparazones de tortuga y observando cómo se resquebrajaban con el calor.

Según la tradición, el mítico soberano Fuxi, con la observación y la meditación inventó los Ocho Trigramas, signos obtenidos combinando en todos los modos posibles una linea entera ( -) y una linea partida (- -), triplicadas.

Ying-Yang y los ocho trigramas. Porcelana china. Epoca Tonghzi (1862-1874).

Los trigramas pueden ser representados alrededor del símbolo del Dao, en círculo. El círculo es símbolo del cielo y el cuadrado de la tierra, lo que hace referencia a los principios "Yang" y "Yin". Mucho más directamente lo indican los trigramas fundamentales, el llamado "Tian", el cielo, con el atributo de la actividad ( = ), - tres rayas superpuestas -, y aquel llamado "Kung", tierra, con el atributo de la pasividad (= = ) - tres rayas partidas superpuestas.

A partir de ellos Weng Wang, padre del pimer soberano Chow, ideó los 64 exagramas, obtenidos con todas las posibles combinaciones de los trigramas en parejas.

Una antigua ciencia china de adivinación es la geomancia o "Feng Shui" (viento y agua). Se utilizaba para localizar el lugar exacto de la construcción de una ciudad, una casa o una tumba. Practicada durante muchos siglos ha ejercitado una profunda influencia sobre el paisaje chino y los planos de las ciudades.

Para adivinar el lugar exacto, los expertos utilizaban una brújula geomántica complicada, donde se encuentran escritos días, años, los 64 exagramas y otra serie de datos.