volver La Exposición didácticaNacimiento e infanciaChina, una cultura milenaria3.- La vida social: las etapas de la vida Comadrona lavando al recién nacido. Pintura sobre tela. China S. XIX. Los chinos representaban la felicidad con la imagen de un hombre grande y gordo sobre el que corren niños regorditos, todos ellos varones. En China los varones eran mucho más apreciados que las hembras. El varón primogénito era el heredero, y aquel a quien corespondÃa garantizar la supervivencia del linaje. El transmitirÃa el nombre, continuarÃa la tradición, se ocuparÃa del culto a los antepasados, y harÃa los sacrificios sobre las tumbas, como un sacerdote. Por eso los varones eran privilegiados en el trato y en la educación. Los padres estudiando las inclinaciones de su hijo. Pintura sobre tela.China, S. XIX. Celebrado el matrimonio, toda la gente esperaba el futuro nacimiento. Durante el embarazo la joven esposa era cuidada y mimada. El futuro padre, sin embargo, debÃa dejarla tranquila. Entre los hombres, sólo el anciano cabeza de familia tenÃa el derecho de visitarla. Al llegar el dÃa del parto, si nacÃa una niña, era una desilusión general; pero si era un niño la alegrÃa se desbordaba en la casa. Se lanzaban petardos para que su ruido atemorizara a los espÃritus malignos. Se anotaban cuidadosamente año, mes, dÃa y hora de nacimiento. También se consultaba a los adivinos para que leyesen el horóscopo. Para alejar la mala suerte, el niño no era nunca llamado por su nombre. Se le colocaba en una cuna de madera de melocotón, árbol que traÃa buena suerte. Gracias al hijo varón la madre era respetada y honrada. Pero si la mujer legÃtima, a pesar de las ofrendas y oraciones ofrecidas a la diosa Kuanyin, no conseguÃa tener varones, deberÃa dejar su puesto a las concubinas. |
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